Aquí vemos cruatocientos mil euros tirados a la calle por la dejadez de un alcalde que no supo o no quiso (lo que es más grave) limpiar un arroyo para evitar unas inundaciones.
Más parece la salida de las fieras de un circo romano que una toma de aguas pluviales. ¿Qué va a ocurrir cuando el agua llegue cargada de ramas u otro tipo de suciedad? Puede haber cerebros en el Ayuntamiento, pero bien que lo disimulan.
¿Por dónde carajo pasan los peatones? Según los cerebros de nuestro Ayuntamiento, POR LA CARRETERA.
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